domingo, 3 de junio de 2012

¿Y si se prescindiera de los partidos políticos?

Los partidos políticos son hoy en día ángeles y demonios de cualquier sistema. Cabe la posibilidad de que si se prescinde de los partidos políticos nos podríamos encontrar con un sistema caracterizado por un mayor reflejo de la diversidad de la sociedad que lo caracteriza.

Sin embargo, las luchas entre los partidos políticos quizás enciendan la llama que genera políticas públicas. Tienen la presión de todo un sistema de partidos y la obligación de satisfacer a ciertos sectores de la sociedad con motivo de la búsqueda del voto para alcanzar o mantener el poder.

Sin partidos políticos puede que las políticas públicas se encuentren desprotegidas. Carecerían de las citadas formas con las que se encuentran presionados por el propio sistema de partidos, puediendo existir una cierta reducción del control y de la gobernabilidad.

En cierto modo, un sistema político que prescinda de los partidos políticos comparte ciertas ventajas con los sistemas políticos proporcionales, por el reflejo de una mayor diversidad de la sociedad. A su vez, también ve acentuadas sus desventajas, como es el caso de la pérdida de gobernabilidad.

Es difícil conocer cuál de las dos formas es más eficaz, si con partidos políticos o sin ellos. Se produce un dilema entre la pérdida de gobernabilidad con la que dotan los partidos políticos al sistema frente a un posible aumento de la representatividad de los ciudadanos. Este hecho es consecuencia de la presumible participación más directa en el mismo por el incremento de la proximidad entre el sistema y los ciudadanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Cuando se desea algo de verdad, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirlo" (Paulo Cohelo)