En la última década, han emergido
muchos movimientos sociales que han tomado una mayor consideración a medida de
que han ido cogiendo peso. Estas resistencias con carácter micropolítico pueden
tener como ejemplo el movimiento 15-M de España, en la primavera de 2011.
Hartos del paro y de la
corrupción, una gran masa de personas se manifestaban y concentraban en algunas
de las plazas más importantes del país para pedir un cambio de la política
española. La sede central de estas protestas se localizó en la Puerta del Sol
en Madrid. Emergieron las acampadas y la resistencia a las fuerzas policiales
con un objetivo, ser escuchados.
Imagen: chrismielost.blogspot.com
A partir de estos movimientos,
las autoridades se mostraron distantes de cara a posibles disturbios. Cuando el
número de asistentes iba decreciendo muy lentamente, tras varios meses, las
autoridades desalojaron las plazas mediante el uso de la fuerza.
Estas acampadas se convirtieron
en el origen de una premisa en España, la búsqueda del cambio. A partir de
ello, varias formaciones políticas han emergido para poder arreglar el sistema
desde dentro, ya que con los movimientos sociales no es suficiente. Algunos han
tenido más fuerza que otros, pero el claro partido político que ha destacado es
Podemos.
El partido surgió de la mano de
una de las voces del 15-M, un politólogo y colaborador en tertulias políticas
en televisión, Pablo Iglesias. El ahora político, se ha convertido en el claro
referente del partido y las manifestaciones pacíficas se llevan ahora en las
urnas.
Imagen: vozpopuli.com
Al ser un partido de ideas
divergentes, aunque con el nexo común del cambio, se han generado diversas
actitudes a favor y en contra del espíritu original de la formación por parte
de sus componentes. Existen algunas personas que lo conservan, mientras que otros
miembros se han metido totalmente en el sistema sin muchos cambios
materializados o mediante coaliciones con otros partidos que han sido
difícilmente digeribles en sus seguidores.
Ya han alcanzado algunas
alcaldías importantes como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cádiz y Santiago de
Compostela. Ahora se acercan las Elecciones Generales 2015 en España y ya se
sitúan como una de las cuatro fuerzas más importantes del país. Pueden jugar un
papel clave en la designación del futuro Presidente de España.