martes, 20 de marzo de 2012

¿A quién votar en las Elecciones?

Cuando nos acercamos a unas elecciones, se da la circunstancia de votantes que no tienen claro el partido político por el que decantarse en su derecho al voto. A partir de ello, se puede observar la distinción entre votantes que se engloban en el ámbito ideológico o estratégico, junto a otras posibles formas de actuar en los electores.

Nos encontramos inmersos en un sistema partitocrático en el que las ideologías cobran un segundo plano ante las necesidades del propio sistema, como la captación del voto por encima de las ideas de partido o algunas necesidades que han nacido de la crisis económica. Los partidos minoritarios, especialmente, los que no obtienen representación parlamentaria, suelen copar mayor carga ideológica.

Por otra parte, existe el denominado voto estratégico. Bajo esta premisa, Downs, teoriza sobre el voto en función del beneficio que esperan obtener de los gobernantes. Puede aplicarse a casos en los que un votante no se encuentre identificado con un partido político. Por ejemplo, aquellos votantes que quieren evitar el bipartidismo votan a una tercera fuerza política con representación, convirtiéndose en una fuerza emergente.

Finalmente, existen otros casos a mencionar como son el voto en blanco y el voto nulo. Es importante conocer que la Ley D’Hont conlleva que el voto en blanco no sea neutral, como puede parecer a simple vista. Este sistema conlleva que al producirse el reparto de escaños, los votos en blanco computen en los votos totales, aumentando el porcentaje de votos exigidos para asignar los escaños, desfavoreciendo a los partidos minoritarios y favoreciendo a los mayoritarios. Para una verdadera neutralidad, podemos encontrar el voto nulo que es considerado como voto pero no computa en el número de votos totales a la hora de repartir los escaños.

"Cuando se desea algo de verdad, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirlo" (Paulo Cohelo)