viernes, 31 de agosto de 2007

La unión hace la fuerza

A pesar del título de esta entrada, no voy a inaugurar este blog hablando de política. Concretamente, en este caso, voy a hacer referencia al aspecto más humano de la sociedad sevillana.

Hace un año, me encontraba en un pub viendo la final de la Supercopa de Europa con uno de mis mejores amigos, llamado Luis. Él es sevillista y yo bético, pero quería estar con él en un momento tan importante para él, aunque mi deseo era que el Sevilla perdiese para no hundir, más aún, la moral de mi equipo. Era un “pique” sano. Al final ganó su equipo y me alegré por él, pero lamentablemente me vi en el infierno. Los cánticos de los aficionados vencedores en contra de mi equipo, junto a las miradas de odio y de desprecio, me hicieron ver que el fútbol ya no era una mera diversión. Ese día, perdí mi fe en una de las pocas cosas que me ilusionan en esta vida, el deporte.

Antonio Puerta, jugador del Sevilla Fútbol Club, falleció el pasado día 28 de agosto porque le falló el corazón durante un partido de su equipo, tenía 22 años. Mucho se ha hablado de su juventud, de su triunfante vida, de que era un gran futbolista o de la excelente persona que era. Tal magnitud ha causado la tragedia que él ha conseguido lo que nadie podía imaginar, las aficiones del Sevilla y del Betis se unieron en un mismo corazón para darle fuerzas al de Antonio Puerta, se apoyaron mutuamente para afrontar juntas la esperanza de que se recuperase y, luego, el terrible dolor. No sólo es la unión de dos aficiones, sino que es la unión de las dos partes de la ciudad de Sevilla, de mi ciudad. Esta unión de corazones es comprensible porque es un difícil momento para el sevillismo y porque todos tenemos familiares y/o amigos del equipo contrario que lo han estado pasando mal. Lo lamentable de todo esto, es que haya tenido que ocurrir una desgracia para que ese odio sólo se convierta en rivalidad, pese a que siempre habrá los típicos desalmados que seguirán bajo el manto del odio. La rivalidad siempre estará ahí porque es la maravilla que tiene el fútbol sevillano, pero lo más importante es que se haya producido la PAZ.

Hoy en día, ha surgido una nueva palabra en Sevilla: RESPETO. Ahora sé que sí podré ver la Supercopa de Europa de este año con mi amigo Luis. Mi sentimiento hacia su club y el sevillismo será el mismo que cuando me disponía a ver el encuentro del año pasado, pero ahora sé que cuando termine no escucharé un insulto o una mala palabra hacia mi club o hacia los que comparten mis colores. Si ganan ellos, me alegraré por los sevillistas que conozco y porque es un gran homenaje a Puerta; pero si gana el Milán, me alegraré porque el Sevilla es el rival de ese sentimiento que me embarga llamado beticismo. Sólo espero que el ambiente positivo que se vive estos días dure para siempre o, en su defecto, lo máximo posible. Nosotros somos el ejemplo de las generaciones venideras y me gustaría mucho, por ejemplo, que mis hijos pudieran ver tranquilos un Sevilla-Betis en el Pizjuán celebrando los goles béticos sin que les insulten o agredan. He recuperado la fe.

Por último, es comprensible que muchos no comprendan lo que quiero decir con estas palabras, ya que su afición por el fútbol es nula o limitada. A esas personas quisiera decirle que este sentimiento, al igual que el amor, NO SE ENTIENDE HASTA QUE SE SIENTE.

Tú lo lograste. Gracias Puerta, descansa en paz.


"Cuando se desea algo de verdad, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirlo" (Paulo Cohelo)